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Raúl García Posada Director de ASEALEN

La tramitología: el dolor de cabeza del almacenamiento en España


Raúl García Posada, director de la Asociación Española de Almacenamiento de Energía, (ASEALEN), analiza el estado actual del mercado español de almacenamiento de energía y destaca áreas de avancey preocupación, destacando el progreso en diversas tecnologías de almacenamiento, desde baterías hasta sistemas hidroeléctricos reversibles y almacenamiento térmico. Además, identifica áreas donde España ha tenido éxito en la implementación de políticas de apoyo y expansión de estas tecnologías.

No obstante, también señala las barreras regulatorias y los problemas administrativos que continúan limitando el desarrollo de proyectos de gran escala, como las centrales hidroeléctricas reversibles, así como la importancia de simplificar los procesos de acceso a la red y agilizar las convocatorias de ayudas para evitar demoras innecesarias.

En entrevista con Review Energy, García enfatiza en la necesidad de acelerar el progreso en tecnologías clave y aborda los desafíos regulatorios que enfrenta el sector.

Review Energy (R.E.): ¿Cómo evalúa el estado actual del mercado español en términos de adopción y desarrollo de tecnologías de almacenamiento de energía?

Raúl García Posada (R.G.P.): En términos generales, el estado actual del mercado español de almacenamiento es mejorable. Si centramos en términos de adopción y desarrollo de tecnologías el estado es bueno, puesto que contamos con instalaciones de bombeo, de almacenamiento térmico junto a centrales de concentración solar, almacenamiento en baterías detrás del contador y un contingente de grandes baterías impulsadas por las ayudas del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento (ERHA), que darán pasos firmes los próximos meses.

Sin embargo, como decía al inicio, el estado actual es mejorable. Se puede, y se debe, avanzar más rápido, en tres claras tecnologías: Baterías (hibridadas, stand alone y junto a autoconsumo), hidroeléctricas reversibles y almacenamiento térmico y tecnologías mecánicas similares (aire/gases licuados).

R.E.: ¿Qué hizo bien España en términos de implementación y expansión del almacenamiento de energía este 2023?

R.G.P.:  Tres puntos principales: 1) lanzamiento de las convocatorias de almacenamiento del PERTE (repotenciación circular, generación islas, hibridado y de stand alone, bombeo y térmico para calor industrial, principalmente); 2) ampliación de líneas de ayuda almacenamiento junto autoconsumo; 3) avances relevantes en adecuación de mercados de balance y de servicios de no frecuencia para que pueda participar el almacenamiento.

Y dos más singulares, las propuestas de modificación del mercado interior de la electricidad para facilitar el uso de instrumentos como los mecanismos/mercados/pago por capacidad y el inicio de la tramitación en la Unión Europea de un mercado de este tipo para España.

R.E.: ¿Cómo ha percibido en 2023 el papel de las políticas gubernamentales y las regulaciones en la promoción del almacenamiento en el país? ¿Existen temas que puedan mejorar o necesiten más atención?

R.G.P.:  Sigue habiendo varios problemas que no se han tratado adecuadamente. El primero está relacionado con el acceso a la red de las instalaciones de almacenamiento. Se compite por el mismo acceso que un generador renovable y que un consumidor de la red y esto dificulta su desarrollo, especialmente de proyectos de gran capacidad y larga tramitación administrativa, como las centrales hidroeléctricas reversibles. Habrá que ver si la modificación de la planificación de red es capaz de solventar esta limitación de alguna manera.

El segundo afecta exclusivamente a las centrales hidroeléctricas reversibles y tiene que ver con el trámite administrativo para la concesión de uso de aguas. A pesar de depender del mismo Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, no hay un alineamiento de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente con la Secretaría de Estado de Energía. Esto está provocando un muy lento avance de este tipo de proyectos que son, recordemos, imprescindibles para almacenar grandes cantidades de energía.

En cuanto a temas a mejorar, hubiera sido muy provechoso para todos, un diseño de convocatorias de ayudas PERTE más sencillo, especialmente en su análisis y resolución. Necesitar plazos tan largos para preparar las ayudas y para resolverlas incurre en una presión innecesaria sobre el plazo disponible para el cumplimiento de la fecha límite establecida por la Unión Europea en estos programas (mediados 2026). Sería una pena que por riesgo de plazos alguna entidad renuncie a estos fondos.

R.E.: ¿Cuál es su evaluación sobre el almacenamiento de baterías, ¿qué falta y qué avanzó en 2023?

R.G.P.:  El almacenamiento en baterías no tiene ninguna circunstancia especialmente singular respecto al resto de tecnologías. Tienen los mismos problemas con el acceso red con la virtud de poder ajustarse a capacidades disponibles por su modularidad y el grueso de ayudas y ajustes regulatorios se han hecho con el foco en esta tipología.

Por su parte, el programa de ayudas de almacenamiento junto a autoconsumo está un poco olvidado por parte del mercado. Es un programa muy potente y con un potencial realmente transformador para todos aquellos que tengan una instalación de autoconsumo, pero se conoce poco y las intensidades de ayuda han sido un poco ajustadas estos 2 últimos años. Esperamos que con la reducción esperada del coste de estos sistemas en 2024 sí se lleguen a agotar estas líneas, incluyendo la ampliación de fondos que pueden solicitar las comunidades autónomas derivadas de la adenda del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

Los aspectos más relevantes que están en proceso son la modificación de los mercados de ajuste de Red Eléctrica para permitir una participación sin limitaciones, que se resolverán a mediados de 2024 presumiblemente, la reducción a 15 del periodo de liquidación de desvíos y, por encima de todo, un esquema retributivo que complemente o conforme unos ingresos que viabilicen estas instalaciones. El mercado de capacidad se ha relanzado con la Unión Europea y habrá que ver si el gobierno es capaz de tenerlo listo a lo largo del año 2024.

Hay también otros aspectos de tramitación que se irán mejorando en años venideros, como los expedientes ambientales y de tramitación urbanística.

R.E.: Con un panorama de vertidos por exceso de generación renovable, ¿es el almacenamiento energético la solución principal para enfrentar este desafío en una industria en rápido crecimiento?

R.G.P.: En nuestra opinión, sí. Hay que avanzar en la integración de los mercados europeos con más interconexiones y la demanda tiene que involucrarse más para responder a los momentos de mayor o menor generación renovable, pero sin duda el elemento clave es el almacenamiento. Gracias al almacenamiento podremos tener un sistema bajo en emisiones de carbono que haga que toda la industria conectada a este sistema pueda considerarse baja en carbono con las implicaciones que eso tiene para la producción de hidrógeno y combustibles de origen no biológicos, electrificación de la movilidad, electrificación del calor industrial… No hay que olvidar que el objetivo es un sistema descarbonización, un 81% de renovable. El objetivo no es un número de MW concretos de una tecnología. En función de la demanda real de electricidad ese número será mayor o menor, pero el almacenamiento tendrá que estar ahí para conseguir alcanzar ese 81%, sea cual sea la demanda final.

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