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Antonio Almonte, Ministro de Energía y Minas de República Dominicana. | Crédito: MEM

Ministro Almonte asegura un marco regulatorio estable para atraer inversiones en energías renovables en República Dominicana


La transición energética en República Dominicana ha experimentado un avance significativo bajo el liderazgo del presidente Luis Abinader, quien fue reelegido este año. Durante su gobierno, la capacidad de generación eléctrica mediante fuentes renovables ha crecido considerablemente, pasando de 555.5 MW en 2020 a 1,126.25 MW a finales de 2023, lo que representó un incremento del 103% en tres años.

Hasta la fecha, más de 1,300 MW en proyectos fotovoltaicos están en construcción en diversas regiones del país. A pesar de los logros alcanzados, la isla todavía enfrenta desafíos importantes.

En una entrevista exclusiva con Review Energy, el Ministro de Energía y Minas, Antonio Almonte, reflexionó sobre los temas pendientes que tiene el país para avanzar en el desarrollo renovable y discutió los pasos estratégicos para consolidar aún más el avance hacia un sistema energético sostenible y resiliente en República Dominicana.

Review Energy (R.E.): ¿Podría explicar la reciente firma del acuerdo entre su ministerio y ProDominicana para establecer una ventanilla única de inversión? ¿Cuál es el objetivo principal de esta colaboración?

Antonio Almonte (A.A.): Esto ha sido fundamental, pues uno de los principales desafíos para inversores nacionales y extranjeros en el sector de energías renovables era el largo tiempo requerido para obtener permisos y licencias. Desde el principio, hemos implementado políticas para reducir los tiempos de otorgamiento de concesiones, tanto provisionales como definitivas, adoptando una actitud proactiva por parte del Ministerio y la Comisión Nacional de Energía para facilitar los en otras instancias del gobierno.

Nuestro objetivo, junto con ProDominicana, ha sido también preparar todos los elementos necesarios antes de que los inversores lleguen al país, de manera que la ventanilla única pueda simplificar significativamente los procedimientos burocráticos para obtener las licencias correspondientes. Este enfoque ha tenido un impacto muy positivo, especialmente en el sector energético, que lideró la inversión extranjera directa en la República Dominicana el año pasado y continúa destacándose este año, según datos recientes del Banco Central del país.

 

R.E.: Hablando de proporcionar certidumbre a los inversionistas, ¿cómo están abordando los desafíos actuales de las distribuidoras eléctricas y los rumores sobre cambios gerenciales?

A.A.: Desde hace décadas, se han identificado deficiencias críticas en el sector de distribución eléctrica en República Dominicana, reconocidas tanto a nivel local como internacional. Al iniciar el gobierno en 2020, nos enfrentamos a circunstancias excepcionales debido a la pandemia y posteriormente a la crisis energética global desencadenada por la guerra en Ucrania en 2022. Durante este período, la prioridad fue asegurar el suministro de combustibles para sectores críticos como transporte, producción y comercio, limitando las inversiones en infraestructura eléctrica. Esto ha perpetuado las deficiencias estructurales y gerenciales en las distribuidoras.

En términos de política energética, hemos gestionado el impacto del aumento de los precios de compra de energía, evitando trasladar totalmente estos costos a los consumidores para evitar inflación y preservar la estabilidad social. Como parte de nuestro plan estratégico desde agosto de 2022, estamos implementando reformas significativas en el subsector de distribución, incluyendo la incorporación de un nuevo equipo de gestión para mejorar la eficiencia operativa, reducir costos y controlar pérdidas.

Aunque no tengo responsabilidad directa en la gestión de las distribuidoras, el Ministerio de Energía y Minas desempeña un papel crucial en la regulación y fomento de inversiones en el sector energético, incluyendo proyectos renovables y térmicos. Nos comprometemos a llevar a cabo este proceso de manera coordinada y efectiva, minimizando interrupciones y asegurando un entorno favorable para los inversionistas en el sector energético de la República Dominicana.

 

R.E.: Centrándonos en las responsabilidades directas de su cartera ministerial, está el objetivo de alcanzar el 25% de renovables en la matriz energética para 2030. ¿Cómo pretende el país avanzar hacia ese objetivo?

A.A.: Ahora tenemos más de 1,300 MW en construcción. Hemos logrado la instalación de 200 megavatios de ciclo combinado de energía técnica convencional en Bocachica y 178 megavatios en Azua. También hemos iniciado la construcción de las plantas de Manzanillo, con 800 megavatios, y la terminal de gas en Manzanillo, a través de licitaciones.

El gobierno no ha invertido ningún centavo en el desarrollo de estos proyectos; en cambio, hemos aplicado políticas que movilizan capital privado, tanto local como extranjero, hacia proyectos de interés gubernamental. En el caso de las energías renovables, hemos introducido criterios transparentes para la firma de contratos y el pago de precios por kilovatio hora. Esto asegura que todos los participantes operen en igualdad de condiciones y ha generado confianza entre inversionistas locales y extranjeros.

Además, hemos reformado los procesos en el Ministerio y la Comisión Nacional de Energía para que los inversionistas cumplan simplemente con las regulaciones establecidas, eliminando la discrecionalidad del pasado. Nuestra estrategia para cumplir con las metas de expansión de las renovables y la introducción de nuevas tecnologías como las baterías se basa en fortalecer la institucionalidad y la transparencia en los procesos de contratación y licitación.

Generar confianza y seguridad en los inversionistas es crucial, dado que el capital necesario ya está disponible en bancos locales, extranjeros y corporaciones financieras.

 

R.E.: ¿Y qué pasará con el almacenamiento?

A.A.: Estamos avanzando en el lanzamiento de una licitación pública competitiva a nivel internacional para la instalación de proyectos de almacenamiento a escala en diferentes puntos del país dentro del Sistema Eléctrico Nacional.

Queremos es que en el país tenga mínimo 300 MW de baterías en términos de potencia y más de 1000 MW hora en términos de energía, de proyectos de almacenamiento ubicado en diferentes puntos de la red Nacional, que eso va a garantizar el funcionamiento del sistema sin ningún peligro de fluctuación brusca por frecuencia en las redes y que afecte a otra planta.

Nosotros ahora mismo estamos abasteciendo lo que nos pide la población pero tenemos que reconocer que estamos casi a ras, es decir muy pegado oferta y demanda y estamos justamente haciendo el esfuerzo para en algún momento tener una oferta muy superior a la demanda con una reserva fría que le garantice estabilidad y fiabilidad al sistema eléctrico dominicano.

 

R.E.: ¿Cómo van a avanzar en términos de generación distribuida y comunidades energéticas?

A.A.: Se está esperando una resolución de la Superintendencia de Electricidad que va a introducir algunas innovaciones en lo que se refiere a la regulación de la generación distribuida para la colocación y uso de paneles en viviendas en pequeño y mediano negocio.

Así como impulsamos el desarrollo de las renovables en general, también impulsamos el desarrollo y masificación de las renovables a pequeña escala. Pero ese proceso de masificación tiene un impacto cada vez mayor en las redes, en las distribuidoras. Así que no se trata de satisfacer la presión o el temor de un sector, sino de garantizar un equilibrio general del sistema, tanto a los consumidores como a los productores.

Entonces en cualquier momento, porque estaba supuesto suceder antes de finalizar este semestre, en la Superintendencia de Electricidad que es el órgano autorizado para tal fin, debe hacerse pública esa resolución. Ya se han hecho las consultas, se han recibido las opiniones de especialistas extranjeros que han venido a estudiar el tema, se ha hecho la consulta con el sector empresarial, con representante de las comunidades y lo que esperamos nosotros es la pronta emisión de la resolución para poner en vigencia el esquema de participación en generación distribuida en la isla.

 

R.E.: ¿Y qué camino están tomando en términos de hidrógeno verde?

A.A.: Hemos iniciado una etapa de consulta con el apoyo de la GIZ y esfuerzos propios para evaluar la factibilidad de un proyecto piloto en República Dominicana. Vemos el hidrógeno verde no solo como factible sino como necesario debido a las ventajas que ofrece en términos de energías renovables y producción de combustibles sostenibles. Durante este periodo de gobierno, esperamos haber instalado proyectos piloto y posiblemente proyectos más grandes, gracias a la colaboración con países como Chile y Estados Unidos para desarrollar capacidades en la gestión y producción de estos proyectos en el gobierno dominicano.

Es crucial explorar la participación del sector privado para el desarrollo del hidrógeno verde en el país. España, con su experiencia y desarrollo en este campo, puede ser un aliado importante.

Sin embargo, nuestras urgencias y limitaciones en recursos como combustibles, agua y capital nos obligan a diseñar una estrategia energética que aborde nuestras realidades concretas. Priorizamos expandir la generación térmica convencional, la energía renovable convencional como solar y eólica, así como la generación distribuida. Gradualmente, nos acercaremos a estudios de factibilidad de proyectos nucleares y de hidrógeno verde, adaptando nuestras prioridades a las necesidades energéticas urgentes del país.

 

R.E.: ¿Qué mensaje transmitiría a los inversionistas y al sector privado para que continúen apostando por República Dominicana?

A.A.: República Dominicana sigue siendo uno de los mejores lugares para invertir en el sector energético. Tenemos un enorme potencial renovable y aún queda mucho espacio para expandir nuestras capacidades en energía eólica y solar, incluyendo innovaciones como paneles solares sobre el agua y plataformas offshore para molinos de viento más eficientes.

Además, estamos impulsando la movilidad eléctrica y explorando la producción de electricidad a partir de desechos con sistemas Waste to Energy. El gobierno dominicano está totalmente comprometido con esta transformación, lo que significa más inversión extranjera y privada, modernización del sistema eléctrico y potenciación de nuestra economía, que incluye servicios, comercio, industria y turismo.

Nuestro compromiso con la transparencia y la honestidad asegura a los inversionistas que sus capitales estarán protegidos, respaldados por un marco contractual estable y respetado históricamente. República Dominicana ofrece un mercado en crecimiento, una demanda estructural creciente de energía y un entorno propicio para innovar y crecer en el sector energético.

 

La entrevista completa aquí: 

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